Zoe Strauss es una fotógrafa
nacida en Filadelfia en 1970 en el seno de una familia humilde. Ella fue el
primer miembro de dicha familia que consiguió graduarse en la escuela secundaria.
Durante sus estudios tomó algunas clases de fotografía y más tarde cuando tenía
17 años volvió a recibir algunas lecciones en el Philadelphia Community College.
Ella siempre estuvo
interesada en el mundo del arte, especialmente en la fotografía, pero sus
inicios fueron a través de instalaciones, que usan la ciudad de Filadelfia como
escenario principal para mostrar su trabajo. En 1995 comenzó el proyecto Philadelphia Public Art, una organización
unipersonal, cuya misión es proporcionar a los ciudadanos de Filadelfia el
acceso al arte en su vida cotidiana. La autora define el proyecto como “una
narrativa épica” de su propio vecindario. “Cuando empecé a disparar fue como si
algo oculto en mi cabeza hubiera estado esperando para aflorar”.
Cuando estaba a punto de
cumplir los 30 años decidió que quería trabajar en una asociación para un
proyecto de arte pública a gran escala compuesta de fotografías que iban a ser
colocado en el exterior. Y debido a que había expresado su interés en conseguir
una cámara, su esposa, su madre y sus hermanos reunieron doscientos dólares
para comprar una cámara, y así pudo empezar a realizar su proyecto. Cuando empezó
a hacer fotografías ella trabajaba como niñera, lo hizo durante quince años, y
tuvo que seguir haciéndolo hasta que consiguió el Pew Fellovship, una beca del The
Pew Center for Arts & Heritage que invierte en proyectos de artes y del
patrimonio que muestran la vitalidad cultural de Filadelfia y mejoran la vida
pública.
Entre 2001 y 2011, la obra
fotográfica de Strauss culminó con un espectáculo anual "Bajo la
I-95", que se llevó a cabo bajo la carretera interestatal en el sur de
Filadelfia. En ella la autora mostraba sus fotografías sobre pilares de
hormigón bajo la carretera donde vendía copias fotocopiadas de su trabajo por $
5 cada una. Desde entonces ha conseguido numerosos premios y ha expuesto sus fotografías
en el Institute of Contemporary Art, de Filadelfia.
Las imágenes de Strauss se
basan principalmente en tres grupos que interactúan entre sí, retratos, edificios
y letreros. Los dos últimos de algún modo proporcionan el telón de fondo a los
primeros. Ella elige a sus personajes de un modo instintivo y les invita a
colaborar en el proyecto. Y a pesar de que todas las personas en sus
fotografías son extraños cuando inicialmente se acerca a ellos y les pide que
poseen para su cámara, el mayor denominador común entre la gran mayoría de la
gente es un fuerte sentido aparente de sí mismos, un aura de auto- confianza, y genuino interés
en la participación. Ella cree que hay algo distintivo en la conexión que se
establece con alguien que tiene un fuerte sentido de sí mismo y que ese algo es
lo que la conduce a realizar buenas fotografías.
Sus imágenes, aparentemente
sencillas están cargadas de una marcada fuerza y singularidad, que proviene
precisamente de la cotidianidad que se muestra en ellas. Teñidas de crudeza en
algunos momentos y de esperanza en otros podemos observar el mundo tal y como
se desarrolla a su alrededor, sin adornos de ningún tipo y con total
sinceridad.
Uno de sus principales
trabajos, “AMERICA”, ha sido plasmado en un libro editado en 2008 por AMMO
Books, LLC.
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